Hubo un día, ya varios, en los que un tipo de la España vaciada llenó estadios. Lo hizo en Valencia, lo hizo en Valladolid y soñó de jovencito hacerlo en Madrid. Lo consiguió aunque en un estadio más pequeñito del que imaginó. Sabemos que tuvo que aprender paredes jugando solo o con poca compañía en un pueblo segoviano. A los rivales los tuvo que inventar y por eso llegó hasta donde está, con esa imaginación que le ha llevado a ser internacional por España en un auténtico equipazo. Desbordando y peleando encontró su dolor, el de todos, el de esa rodilla que esperamos solo se haya torcido un poco y no se rompa el sueño de que el Rayo Vallecano, ahora europeo sea también mundial.
«Todos estamos con Jorge»
El Betis obtuvo un punto de su visita y no se quejó. El duelo entre el viejo Dumbledore y sus lugares comunes para distraernos como aquello de que «el campo es chico» y el aprendiz de Harry Potter sin capa, con manga corta y Nike Cortez terminó en un empate que alegra el corazón del ingeniero y apena el de Íñigo, que de noche sueña con goles de todas las facturas, de zurda por la escuadra como él mismo e Isi pudieran anotar, de llegada como también el o Pedro Díaz pudiesen ejecutar o como fuese como IP hizo o Alvarito, Camello, Fran o incluso Alemao pueden hacer.
El Rayo llegó, vio y empató. Pudo y debió ganar pero sin gol no hay paraíso sino pena y todos la sentimos cuando primero Diego y luego Jorge se dañaron. El muslo de Llorente no resistió y el apoyo de De Frutos contra y no con el césped nos dolió a todos.
El partido se convirtió, solidaridad de barrio en un homenaje al soldado caído y los de Vallecas llegaron con tanto arrojo que Isi, Mendy y Álvaro se estorbaron en un gol seguro, Lejeune hizo trabajar a Valles e Isi probó la resistencia del poste pero aquello no terminó bien .
En un lado energía, en el otro una mezcla de melancolía y apatía. San Jorge abandonó la cancha y el dragón no apareció. Antony es tan de Triana que con la lluvia se ahogó y pareció poner el cartel de «LOS LUNES CERRADO POR DESCANSO».
El Betis puso dos gotas de talento y pudo llevarse algo más de Vallecas pero el Rayo mereció ganar. El plan de Pellegrini era poner a Lo Celso y su clase a dominar el partido en la segunda parte y al hombre le dio flojera. El Rayo puso la tormenta , la velocidad, el desborde, la entrega, todo…menos el gol intentando olvidar las lágrimas de Jorge para dedicarle el gol , merecido pero no encontrado.
Dice el refrán albano-kosovar que no hay pan sin pala ni azada. En Vallecas se hizo mucho pan y nuestro escudo luce una horca y un rastrillo. Será por trabajo.
Isi jugó, Batalla cancheó, Ratiu fintó, Lejeune disparó, Mendy contuvo, Pacha remató en plancha, Pep anuló al 7, Pathe y Oscar curraron, Alvarito inquietó, Fran lo intentó, Camelló revolvió, Gumbau trabajó, Balliu cerró y Pedro, que alegría, regresó.
Empate a cero que premió a un rácano Betis y salió caro a un generoso Rayo.
Cuídate mucho y vuelve pronto , Jorge. Se te va a echar de menos.
