Durante el encuentro entre el Atlético de Madrid y el Rayo Vallecano del pasado miércoles se vivieron momento de tensión. Tras el tercer gol de Julián Álvarez hubo un desencuentro entre ambos banquillos, lo cual se sumó al número de rifirrafes que sucedieron a lo largo del encuentro entre ambos conjuntos.
Tensión hasta el final del partido
A lo largo del encuentro, sobre todo en la segunda mitad, hubo numerosas acciones que despertaron asperezas entre los dos equipos. La primera de ellas fue a mediados del segundo acto, con 1-1 en el marcador. Llorente reclamó penalti sobre Pep Chavarría, y en ese momento, Batalla le recriminó el haberse tirado. Eso provocó que varios jugadores locales se acercasen, y el capitán, Koke, agarrase del cuello al guardameta. Tan solo amarilla.
La segunda disputa que se sucedió fue en el minuto 86. Con 2-2, hubo una falta por agarrón cometida por Pep hacia Llorente, y este le propina un puñetazo en el pecho al lateral franjirrojo. Eso provocó una trifulca que el colegiado del encuentro castigó con amarilla tanto para el “3” del Rayo como para Llorente (incomprensible).

Cuando Julián anotó el tercer y definitivo tanto del partido y del Atlético de Madrid, también se vivieron muchísimos momentos de tensión entre ambos banquillos. Al parecer hubo un intercambio de pareceres entre Isi Palazón y el vallecano Koke. Todo apunta a que tras gol, algún futbolista o miembro del club rojiblanco celebrase con exceso de efusividad hacia el banquillo del Rayo. Algo que no gustó al equipo y provocó otra nueva situación de discrepancia.
El encuentro estuvo a una alta temperatura sobre todo durante los minutos finales, y fue gestionado de manera insuficiente por un colegiado empequeñecido por la magnitud del escenario.

