Sangre, sudor y Pathé Ciss. Así labró el Rayo Vallecano su trabajada victoria en Mestalla. El gol del senegalés antes de cumplirse los primeros diez minutos de partido sirvió para sumar tres puntos vitales y condenar aún más al Valencia al descenso. Después de aquel tanto tocó resistir para que el Santa Inés pudiera salir a flote de territorio che. Más de 3/4 de partido remando contra el acoso y derribo de los de Rubén Baraja.
Calidad por encima de la cantidad: un tiro, un gol
Los valencianos persistieron tanto, con hasta catorce remates en total (seis de ellos a portería), que no dejaron alternativo al conjunto madrileño. Defender o defender. No había otra opción. Tal fue así que el cabezazo del centrocampista fue el único remate a portería que los de Íñigo Pérez realizaron durante todo el encuentro. Un remate a los tres palos y un gol. Mayor ejemplo de eficacia es difícil de encontrar. Calidad antes que cantidad.
Junto a los compromisos ligueros frente a Sevilla y Getafe, son ya tres los compromisos ligueros en los que la Franja solo chuta una vez entre los tres palos. Sin embargo, no es el peor registro ofensivo. Ante el Girona en la séptima jornada en Montilivi fue el partido con perores cifras ofensivas, donde no hizo ningún remate a portería.
