EL TERCER TIEMPO
La Ciudad Deportiva se vistió de gala para recibir a sus sus guerreras. El Rayo Femenino recibía al Betis con el anhelo de la afición de haber visto ese partido en el Estadio de Vallecas.
Abrir el Estadio de Vallecas
No creo que hubiera sido tan difícil. Si en la Ciudad Deportiva se aglutinaron en torno a 1.000 personas para ver a sus Guerreras, no me cabe duda de que en el Estadio, con todo ese clima y esa aureola que genera, habría podido verse un gran espectáculo y una entrada mucho mayor. Ubicado en el centro del barrio, el Estadio es mucho más cercano y cómodo para una buena parte de la masa social franjirroja.
Pienso que aun se está a tiempo. Quedan dos partidos de Liga Iberdrola como local y podría ser maravillo que las jugadoras del Femenino tuvieran la recompensa al enorme trabajo y esfuerzo que realizan cada día por esta pasión. Hay pocos clubes que todavía no han abierto su Estadio al fútbol femenino, y uno de ellos es el Rayo.
Se lo merecen, y el Rayo Vallecano no debería dejar de apostar por unas chicas que de verdad representan mejor que nadie los valores que pregona este Club: ellas son ‘Valentía, Coraje y Nobleza’.
El tren de la profesionalización
El fútbol femenino está creciendo y está en vías de la profesionalización. Las enormes desigualdades que en los últimos años se han palpado en este fútbol entre hombres y mujeres, tiende a desaparecer.
Me da pena ver cómo el Rayo Vallecano no está sabiendo aprovechar ese momento y está dejando escapar la ocasión de situarse en el Top. Me da rabia y resignación comprobar cómo esta institución ha perdido todo el peso que tenía. Hace unos 10 años, hablar de fútbol femenino en España era mencionar, sí o sí, al Rayo. Y ahora, sin embargo, se le está escapando el tren para estar a la vanguardia en este deporte.
Ver cómo otros clubes apuestan de verdad por su sección femenina, ver cómo abren Estadios a sus chicas, para que la masa social disfrute, para ir construyendo los hilos de la igualdad, para inculcar el respeto de unas chicas que merecen ser tratadas como profesionales, da envidia y rabia.
Vallecas merece respeto y el fútbol femenino también. Sería bonito ver un partido de las Guerreras con el fondo de Bukaneros lleno. ¡Sí se puede!