Desde la Unión Europea se mantiene el paso firme en su estrategia de reducir residuos y la medida que va a implantar tendrá una incidencia importante en ello y afectará de manera directa a la hostelería. Será a partir de 2026 cuando hoteles, restaurantes y cafeterías de los países miembros no podrán ofrecer ciertos productos desechables, como son los envases individuales de leche, azúcar, mermelada, mantequilla, salsas y bote de champú o gel de ducha. Esta normativa está enmarcada dentro del Reglamento de Envases y Residuos de Envases (PPWR) y busca minimizar la utilización de plásticos de un solo uso, considerados altamente perjudiciales para el medio ambiente.
Las reacciones no se han hecho esperar
Esta iniciativa ha tenido una gran repercusión en los sectores afectados y las reacciones han sido diversas. Mientras algunos aplauden la reducción del uso de plásticos, otros avisan sobre algunos de los inconvenientes que traerá esta normativa en la operativa diaria de los negocios de hostelería: “Eliminar porciones individuales de mermelada o mantequilla significa que los huéspedes tendrán que usar recipientes compartidos”, aseguran algunos representantes del sector, que también temen que esta medida también pueda afectar a la higiene y experiencia del cliente.
Un plan ambicioso
La normativa forma parte del ambicioso plan de la Unión Europea para lograr una economía más sostenible, aunque las opiniones están divididas. Mientras que por un lado las autoridades defiende que estas restricciones contribuirán a reducir de manera significativa los residuos, por otro lado otras voces del sector hotelero cuestionan su efectividad real: “Las nuevas normas no conducirán a una reducción real de los residuos, sino que sólo causarán dificultades logísticas”.
La fecha de aplicación se aproxima y los establecimientos deberá adaptarse a la nueva ley, algo que implicará cambios en la forma en la que ofrecen diferentes productos a los clientes. A pesar de las protestas, el gobierno del viejo continente se mantiene firme en su camino hacia un sociedad más sostenible, por lo que la desaparición de envases desechable será inevitable tanto en nuestro país como en el resto de los miembros de la UE.
¿Qué tipo de plásticos serán prohibidos?
De acuerdo con el reglamento, los operadores económicos no podrán comercializar envases de un solo uso y las restricciones afectan sobre todo al sector de la hostelería.
- En cuanto a bares, cafeterías, restaurantes y hoteles se estable que no se permitirá el uso de plásticos de un solo uso para alimentos y bebidas consumidos en el loca. Esto se traduce, por ejemplo, en la prohibición de vasos y platos desechables. Además se exigirá ofrecer a los clientes la opción de llevarse la comida o bebida a casa en envases reutilizables o en sus propios recipientes. Se restringe el uso de envases individuales de plástico para condimentos, conservas, salsas, leche para el café, azúcar y aliños siempre que se consuman dentro del mismo establecimiento.
- En cuanto a los hoteles, a partir de 2030, ya no podrán ofrecer productos cosméticos, higiénicos o de aseo persona en envases de un solo uso. Esto conlleva la desaparición de los tradicionales botes individuales de champú, gel y otros artículos de cortesía en las habitaciones.
Existen algunas excepciones
Dentro de la normativa se recogen algunas excepciones. Por ejemplo, los sobres de condimentos se podrán seguir utilizando si los alimentos se van a consumir fuera del establecimiento. También estarán permitidos en entornos en los que la higiene y la atención individualizada son esenciales: hospitales, clínicas o residencias asistidas.
Además, los países podrán decidir si la normativa la deben cumplir o no microempresas, siempre que se demuestre que no existen alternativas técnicamente viables o que no se cuenta con la infraestructura necesaria para aplicar sistemas de reutilización.
Todo el paquete de medidas se pondrán en marcha antes del 1 de enero de 2030. La Comisión Europea, por su parte, tiene hasta el 12 de abril de 2032 para estudiar el impacto medioambiente y analizar la viabilidad de alternativas al plástico que garanticen la misma seguridad e higiene.