Difícil encontrar una casa sin plantas, al menos una hay. Aportan color, frescura y un toque especial a cualquier espacio del hogar. Su presencia, además, transmite un efecto de calma y ayuda a crear ambientes más agradables. A todo ello hay que sumar que son un elemento clave en la decoración. Pero ojo, cuando hay mascotas como perros y gatos se debe tener en cuenta que no todas las plantas son seguras para ellos. Algunas especies, muy populares, son un peligro para este tipo de animales. Una de ellas, la Costilla de Adán, conocida también como Monstera deliciosa.
Daño a las mascotas
Cuando hablamos de la planta Costilla de Adán lo hacemos de una especie tropical que se ha ganado un espacio protagonista en los hogares y es referente entre los usuarios de redes sociales así como en publicaciones de diseño por su espectacular follaje. Su nombre botánico hace referencia al fruto comestible que produce en su entorno natural, que tiene un sabor dulce y exótico. No obstante, este frutos sólo es seguro si está completamente maduro y el resto de la planta es tóxico.
Para las mascotas, en el caso concreto de perros y gatos, el peligro es todavía mucho mayor. Estos animales pueden sufrir consecuencias graves si llegan a masticar sus hojas, tallos o sus raíces. Entre los síntomas que se aprecian encontramos la irritación bucal, salivación excesiva, hinchazón de lengua, dificultad respiratoria e incluso problemas digestivos.
A pesar de que un pequeño mordisco pueda parecer totalmente inofensivo, el riesgo de que se producto una reacción severa o incluso fatal está siempre presente, sobre todo cuando se trata de animales jóvenes o pequeños. Por ello, ante cualquier sospecha de intoxicación por parte de la mascota, lo más recomendable es acudir de inmediato al veterinario.
Los cuidados que necesita esta tipo de planta
Si una persona decide hacerse con una Costilla de Adán para su hogar, es importante que tenga toda la información posible sobre la misma:
- Se trata de una planta tropical que crece mejor en temperaturas entre 18 y 27 grados.
- No tolera el frío intenso y detiene su crecimiento si la temperatura baja de los 10 grados.
- Requiere mucha luz, pero siempre filtrada. La exposición directa al sol puede dañar sus hojas, pero la falta de luz, por otro lado, impide que desarrolle sus característicos orificios.
- El riego debe ser moderado, una vez por semana en verano y cada dos semanas en los meses de invierno. Por otro lado, es preferible esperar a que los primeros centímetros del sustrato estén secos antes de volver a regar.
- El ambiente es necesario que sea húmedo, por lo que un pulverizador puede ayudar si el aire es seco.
- El sustrato ideal es suelto, bien drenado y puede completarse con turba, perlita y grava en el fondo de la maceta. Necesita además abono durante la primavera y el verano, siguiendo las instrucciones del producto.
- También es necesario un espacio para trepar, ya que estamos ante una planta de crecimiento vertical. Limpiar sus hojas y trasplantarla cuando sea necesario garantizará su buen desarrollo.
Otras plantas que perjudican a las mascotas
Además de la Costilla de Adán, existen otras plantas que son comunes y tóxicas para los animales: la hiedra, el potos, algunos tipos de ficus, el crotón, el aloe vera, el Lirio de Paz y la Flor de Pascua, por ejemplo.
Los efectos que producen van desde irritaciones y vómitos hasta trastornos graves del sistema nervioso. Para evitar incidentes, lo mejor es informarse y colocar estas plantas en zonas fuera del alcance de las mascotas o, directamente, optar por especies que sean completamente seguras.