El pasado 30 de junio finalizó la campaña de la Declaración de la Renta, pero se inició otra fase: la revisión por parte de las Agencia Tributaria de las declaraciones realizadas por cada uno de los ciudadanos. Tras ellas, algunos podría recibir las llamadas cartas del miedo, comunicaciones que advierten de que se han encontrado posibles irregularidades y por las que se piden aclaraciones al respecto o ajustes. En este 2025 ya se superan las 80.000, una cantidad por encima del ejercicio anterior. Las mismas han sido enviadas especialmente a autónomos, pero no conllevan sanción aunque sí obligan a responder o corregir.
Los receptores de la cartas
Estas van dirigidas a contribuyentes con indicios de discrepancias, en especial, como se dijo previamente, a profesionales autónomos. El objetivo es que el declarante explique, justifique o rectifique la documentación que presentó. Por ello en este primer momento no hay una sanción automática, aunque sí pueden abrir la puerta regularizaciones posteriores.
Lo que suele mirar Hacienda con lupa son las deducciones que no correspondían, si se han omitido ingresos o declarado ayudas de manera incorrecta. Así, Hacienda se centra en revisar:
- Ayudas públicas que no han sido declaradas, por ejemplo las relacionadas con vehículos eléctricos o rehabilitación de viviendas.
- Ingresos omitidos que constan en declaración de terceros.
- Deducciones autonómicas mal aplicadas o duplicadas.
- Retenciones que no coinciden con lo informado por los clientes.
Las fechas clave de la revisión
Aunque cada caso tiene su propio ritmo, el calendario orientativo ayuda a entender cuándo puede moverse el expediente. A continuación se resumen cómo se distribuye la actividad a lo largo de los meses señalados:
- De mayo a junio. Revisión de devoluciones sin errores y comprobaciones adicionales.
- Actividad reducida por vacaciones y tramitación mínima.
- Envío masivo de requerimientos y nuevas notificaciones.
Por lo tanto, si la carta llega a partir del mes de septiembre, no hay que sorprenderse: es cuando se concentra la remisión de requerimientos, que conviene leer con calma y seguir las indicaciones.
Cómo corregir el requerimiento recibido
Estas notificaciones exigen una respuesta o corrección por parte de la persona que las ha recibido. En la práctica, implica revisar la declaración presentada, identificar los puntos señalados y aportar la información que respalde tus datos. Si procede, se corrige lo indicado para regularizar la situación.
Si no se contesta, las consecuencias pueden ser importantes. Si no se presenta la Declaración estando obligado, la Agencia Tributaria reclamará el importe a pagar más intereses de demora. Las multas pueden oscilar entre el 50% y el 150% de la deuda. Si no existe deuda, hay una sanción fija de 250 euros. Además, si se presentó la Declaración pero no se pagó, también puede imponerse una sanción económica.
En consecuencia, lo prudente es actuar dentro de un plazo que marque la notificación y conservar los justificantes que acrediten ingresos, ayudas y retenciones.
Consejos para revisar la Declaración y evitar requerimientos
- Localizar los apartados señalados en la carta y comprobar si se declararon todas las ayudas públicas.
- Revisar que los ingresos coincidan con la información de terceros y que las retenciones cuadren con lo informado por clientes.
- Verificar que las deducciones autonómicas están bien aplicadas y no se repitan.
En resumen, las cartas del miedo no son una sanción, pero sí un aviso serio para aclarar o corregir. Atenderlas a tiempo evita recargos y mayores complicaciones. Además, hay que tener en cuenta que es mejor dedicarle más tiempo a que todo esté correcto que lamentarlo más tarde.