Los gatos son uno de los animales de compañía más comunes y entre las características que más atraen a sus dueños está la curiosidad. Pero ojo, esto en ocasiones los lleva a sitios en los que es preferible que no los descubrieran y también a poner en riesgo el mobiliario de un hogar, con los habituales arañazos en la tapicería. Así, es posible que convivir con un felino pueda convertirse en algún momento que otro en un desafío para conseguir la armonía en una cosa.
Muchos son los dueños de gatos que han probado diferentes estrategias para controlar su comportamiento, pero no ha sido posible. Ahora puede que lo consigan utilizando un producto muy común en nuestro día a día y que hay en todas las casas: el papel de aluminio. Por razones que se desconocen, ejerce un poder casi mágico sobre estos animales.
El enemigo secreto de los gatos
La clave está en casa y muchos dueños de gatos no lo sabían. El papel de aluminio, algo tan básico en cualquier hogar para conservar los alimentos, ha ganado una popularidad totalmente inesperada entre los propietarios de estos animales por su sorprendente capacidad para disuadirlos de ciertos comportamientos y que pisen zonas prohibidas.
Algunos expertos dan la clave en diferentes publicaciones en medios de comunicación: “A los gatos no les suele gustar el ruido que produce el papel de aluminio, ni la sensación de tenerlo debajo de su patas”. La combinación de un sonido metálico y crujiente al pisarlo, junto con una textura inusual y resbaladiza, crea una experiencia muy incómoda para sus sensibles almohadillas y su agudísimo oído.
A esto hay que añadir que “cuando el pelaje de los gatos entra en contacto con el papel de aluminio, se genera una pequeña carga de electricidad estática”. Además, hay un estímulo que los felinos quieren evitar a toda cosa, no es que le tenga “miedo”, pero les resulta tan incómodo que prefieren huir.
Cómo usarlo para proteger el hogar de los gatos
La forma de llevar a cabo este truco es sencilla y efectiva al mismo tiempo. Para evitar que los gatos se suban a la encimera de la cocina, las mesas o incluso arañen sofás, lo único que hay que hacer es cubrir las superficies con trozos de papel de aluminio.
En un primer momento puede que los gatos intenten acercarse, pero la sensación y el sonido que produce el material hará que se alejen rápidamente. Los expertos comentan que “no es necesario dejar el papel de aluminio todo el día, con el tiempo el gato asociará esa superficie con una experiencia desagradable y dejará de intentar trepar”. Por tanto, se trata de una técnica de asociación que, con paciencia, hará saber a los animales que zonas de la casa están vetadas.
Otros trucos para evitar comportamientos no deseados de los gatos
Además del papel de aluminio hay otras superficies y texturas que los gatos suelen evitar y que pueden servir a sus dueños. Es el caso de las superficies pegajosas, como la cinta adhesiva de doble cara o texturas inusuales como alfombras de plástico con púas suaves, que pueden ser claves para proteger diferentes áreas del hogar.
La clave para una buena convivencia en el hogar entre dueños y gatos está en la observación, la paciencia y la coherencia por parte del dueño sobre los comportamientos del animal. Entender los motivos por los que los felinos actúan de cierta manera permitirá a sus dueños implantar soluciones efectivas que protejan el hogar sin afectar al bienestar de la mascota.