Todo comenzó un 29 de mayo de 1924. De una manera humilde, como humildes han sido los 100 años de historia del Rayo Vallecano. Aquel día, Doña Prudencia Priego sembró una semilla que muy probablemente no sabía hasta dónde podría llegar. Cien años llenos de magia, de amor, de pasión, de rayismo. Cien años de nostalgia, de alegría, de sufrimiento, de dolor. Cien años de cánticos, de compañía, de soledad, de alma. Cien años de Rayo Vallecano.
Que una institución como el Rayo Vallecano cumpla cien años es algo así como un milagro. Hoy celebramos el centenario de nuestro querido Rayo Vallecano, un club que ha sido mucho más que un equipo de fútbol para todos: rayistas, vallecanos, aficionados al fútbol, …, todos. Puede decirse que el Rayo ha encarnado el espíritu de Vallecas, en la esencia y el germen de personas trabajadoras, luchadoras y siempre con el corazón por delante.
En el recuerdo de todos los que pisan el Estadio de Vallecas por primera vez, siempre queda algo. Esas primeras veces en las que sientes algo, la energía vibrante de la afición, el rugido de Bukaneros, el orgullo que se respira en cada rincón. Vallecas y el Rayo son uno solo, una fusión perfecta de pasión y resistencia. En cada gol, en cada victoria y también en cada derrota, la afición siempre ha estado ahí, el rayista siempre ha puesto su brazo, su mano, su alma para apoyarse mutuamente, compartiendo alegrías y tristezas, como una verdadera familia. Porque el Rayo es familia.
No se puede hablar del Rayo sin mencionar esos momentos icónicos que nos han hecho vibrar. Desde ascensos históricos hasta partidos épicos contra los gigantes del fútbol español, cada encuentro ha sido una batalla donde el Rayo ha mostrado su valentía. Pero lo más hermoso de nuestro club no son solo los éxitos deportivos, sino la conexión humana que ha forjado el coraje de un barrio. El Rayo Vallecano es un reflejo de su gente: solidario, inclusivo y siempre dispuesto a tender una mano a quienes más lo necesitan, con la nobleza por bandera. Porque Vallecas y el Rayo son Valentía, Coraje y Nobleza.
Este centenario no es solo una celebración de 100 años de historia futbolística, sino de una comunidad que ha crecido y se ha fortalecido juntas. Hemos visto generaciones de familias unidas por los colores franjirrojos, transmitiendo de padres a hijos ese amor incondicional por el Rayo.
Hoy más que nunca, sentimos ese orgullo rayista que nos une. ¡Felicidades, Rayo Vallecano! Por cien años de lucha, de gloria y de corazón. Que sigamos juntos, creciendo y soñando, porque en Vallecas, el Rayo siempre brilla más fuerte. ¡Aúpa Rayo!